En el ámbito “salud” el objetivo es ofrecer tratamientos personalizados para el paciente, con el fin de conseguir mejores resultados.
Esta personalización o individualización del sistema no está únicamente circunscrita a la fase de tratamiento, sino que también se ha trasladado a las fases de pronóstico y seguimiento del estado de salud.
En determinadas circunstancias un buen pronóstico nos va a permitir adelantarnos a posibles sucesos, buscar soluciones y pautar medidas de control.
Dentro de los marcadores pronósticos más utilizados se encuentran los test genéticos. La finalidad de los mismos es estimar la susceptibilidad que tiene un individuo frente a un determinado proceso. Por ejemplo, podemos estimar la susceptibilidad que tiene un individuo a desarrollar diabetes u obesidad. Un test genético consiste, en definitiva, en hacer un análisis del genoma del individuo y a partir de él sacar conclusiones.
En Laboratorio ORIGEN hemos desarrollado un test genético en implantología. Es muy importante resaltar que este test genético mide la vulnerabilidad del individuo a una determinada circunstancia, lo cual no implica en ningún caso que dicha circunstancia vaya a suceder o no en un futuro.
La prueba requiere una muestra de la mucosa bucal. Se recomienda llevarla a cabo como medida preventiva en la primera consulta de implantología.
Es fundamental que los resultados del test genético los entregue un profesional sanitario que sepa interpretarlo y transmitirlo al paciente.