Con un test genético podemos conocer el riesgo de un individuo a padecer una determinada enfermedad. Se trata de una prueba muy simple, nada invasiva, que ayuda al profesional médico a tomar decisiones importantes como puede ser la periodicidad de las revisiones médicas o el tipo de examen que se le tiene que realizar al paciente en las mismas.
James Watson dijo, “Antes pensábamos que nuestro futuro estaba en las estrellas. Ahora sabemos que está en nuestros genes”.
Hoy en día sabemos que conocer nuestro material genético ha permitido descubrir la base científica de muchas enfermedades. Es un soporte fundamental en el diagnóstico, y ha permitido que la medicina preventiva tenga otro pilar en el que apoyarse.
La prueba requiere una muestra de la mucosa bucal. Se recomienda llevarla a cabo como medida preventiva cuando existan antecedentes familiares de periodontitis, periimplantitis, caries, etc, y cuando se necesite información adicional para realizar un diagnóstico.
Es fundamental que los resultados del test genético los entregue un profesional sanitario que sepa interpretarlo y transmitirlo al paciente.